A un año del fraude, la lucha sigue

A un año del fraude electoral, la lucha sigue. 1ro de julio de 2007.

Lo volvimos a hacer. Otra cubetada de agua fría para aquellos que pregonan que el movimiento de resistencia está apagado. Una vez mas un mar de renegados bañó las calles del centro de la Ciudad de México en un reclamo justo y legítimo.

Ha pasado un año de la ofensa, 12 meses de resistencia, 365 días de lucha constante y cientos de miles de personas libres, comprometidas y optimistas de lograr un verdadero cambio en el país.

A pesar de que el sol comenzaba a asomar, las calles se mostraban húmedas -había llovido la noche anterior- pero listas para recibir los pasos firmes de quienes un año antes habían sufrido un despojo a su voz, un despojo a su voto.





La temperatura fue subiendo gradualmente al tiempo que el número de sonrisas y gritos se multiplicaba en cada esquina, hasta que una multitud se dirigía determinantemente hacia el Zócalo.




Rodeado de cientos de personas que le gritaban ¡Presidente!, Andrés Manuel caminaba con paso lento para saludar a la gente que le brindaba su cariño y apoyo. Una escena que ni en sueños podrá ser protagonizada por el usurpador FeCal.





Mientras las calles parecían hacerse estrechas al acercanos a nuestro objetivo, se podían ver muchas caras conocidas, otras nuevas, pero todas compartían algo: la sonrisa esperanzadora y la determinación por seguir alimentando a un movimiento que a pesar de los embates sigue mas vivo que nunca.

Ya en el Zócalo, el corazón político del país, pudimos escuchar el mensaje de nuestro Presidente Legítimo. Bajo un intenso sol las palabras de AMLO hacían un recuento de lo sucedido este año y la situación actual del país. Frase tras frase se iban explicando los porqués de una nación que está sufriendo y que se resiste a seguir siendo derrumbada por sus enemigos.



La gente escuchó atentamente esas palabras, que retumbaban en los edificios aledaños a la plaza, que rebozaba de personas en todas sus salidas. La frase del día fue: ¿Qué sería del pelele sin la tele? No hay más que decir.